Cuando la trompeta suene en aquel día final,
y que el alba eterna rompa en claridad,
cuando las naciones salvas a su patria lleguen ya,
y que sea pasada lista allí he de estar.
En aquel día sin nieblas, en que muerte ya no habrá,
y su gloria el Salvador impartirá;
cuando los llamados entren a su celestial hogar,
y que sea pasada lista allí he de estar.
Cuando allá se pase lista //
a mi nombre yo feliz responderé!
Trabajemos por el Maestro desde el alba al vislumbrar;
siempre hablemos de su amor y fiel bondad.
Cuando todo aquí fenezca
y nuestra obra cese ya,
y que sea pasada lista allí he de estar.
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